Este perfil forma parte de una serie que recoge cómo las Subvenciones para la Igualdad de Género de Root Capital están transformando la vida de las mujeres rurales. Lee más aquí.
Phyllis Nderemba es una talentosa clasificadora de nueces de macadamia con una meticulosa atención al detalle. Todo el mundo en la unidad de producción de The Village Nut la conoce. Pero no siempre ha sido tan independiente y segura de sí misma como ahora.
«Cuando tenía tres años se me hinchó la pierna y se me hizo una herida. Durante toda mi escolarización primaria y secundaria, caminé con muletas», cuenta. Finalmente, a los 18 años, Phyllis sufrió una amputación y perdió la capacidad de hacer muchas cosas en su pueblo natal de la Kenia rural. Durante una década se enfrentó a innumerables barreras físicas, sociales y económicas para su desarrollo personal.
Entonces su empresa, The Village Nut Company, puso en marcha una cooperativa de ahorro y crédito para sus trabajadores, gracias a una Subvención para la Igualdad de Género (GEG) de Root Capital. Phyllis pidió un préstamo que le permitió comprar un pie protésico y pagar el transporte y los honorarios de la clínica para que se lo ajustaran correctamente.
«Ahora camino, puedo lavarme y hacer de todo, incluso cultivar», dice. «¡Ni siquiera se nota! Además, mi trabajo aquí en TVN es más fácil porque puedo moverme de un sitio a otro.» Ahora Phyllis es vicepresidenta de la cooperativa de ahorro y líder del proyecto avícola del grupo, financiado también a través del GEG y destinado a generar ingresos adicionales para financiar el grupo de ahorro. Tras décadas de estigma, ahora inspira a otros con su liderazgo y compromiso.
Durante mucho tiempo, dice Phyllis, «soñé con poder volver a andar y hacer muchas cosas, pero no creía que fuera posible. Seguro que no habría conseguido el pie de ninguna otra forma».