Los inversores de impacto -y hermanos- Jack (izquierda) y Ralph Taylor (derecha) colaboraron por primera vez con Root Capital en 1999.
Crédito: Jack y Ralph Taylor
A finales de la década de 1990, los hermanos Jack y Ralph Taylor tenían una misión. Tras haber participado en la financiación del desarrollo comunitario y la agricultura minifundista en el noreste de Estados Unidos, estaban interesados en identificar oportunidades de inversión de impacto en todo el mundo. Esto les condujo a Willy Foote, a quien conocieron en 1998, un año antes de que fundara Root Capital.
El desafío
Los hermanos descubrieron que en aquel momento no había organizaciones que proporcionaran capital de préstamo a pequeñas y medianas empresas rurales. «Willy quería poner en marcha un servicio de préstamos para la pequeña agricultura», explica Ralph, «y a nosotros nos interesaba asumir un poco más de riesgo que otros para proporcionar capital catalizador a las pequeñas y medianas empresas.»Ésta fue la semilla de lo que se convertiría en una larga colaboración de 25 años, que convirtió a los hermanos Taylor en algunos de los primeros y más comprometidos partidarios de Root Capital.
La cooperativa guatemalteca Asociación Barillense de Agricultores (o «ASOBAGRI», en la foto de arriba) fue el primer cliente de préstamos de Root Capital.
Se beneficiaron directamente de la generosidad de financiadores como los Taylor. Crédito: Root Capital.
Nuestra colaboración
Los hermanos Taylor aportaron un tercio del capital del préstamo para el mecanismo de préstamos a la agricultura minifundista, que Willy pudo utilizar durante los cinco primeros años.
«Mi hermano y yo favorecíamos las soluciones ‘de mercado'», explica Jack. «En otras palabras, soluciones que tuvieran la promesa no sólo de cumplir los fines sociales y medioambientales que intentábamos alcanzar, sino también de rentabilizar el capital. Eso no significaba necesariamente que quisiéramos un rendimiento de nuestro capital a precio de mercado, sino que lo ideal era que la organización se autofinanciara con el tiempo. Y vimos la posibilidad de ello en lo que estaba haciendo Willy».
Tras aquella primera colaboración, los hermanos Taylor iniciaron una asociación a largo plazo con Root Capital, en la que Jack se incorporó a la organización como miembro del consejo y asesor, y ambos hermanos siguieron siendo socios firmes a lo largo de los años.
«Mi punto dulce para invertir ha sido donde convergen tres cosas: el desarrollo económico de la comunidad, la conservación de los recursos naturales y el bienestar social, o incluso se podría decir, la justicia social», comenta Jack. «Root Capital está donde estas tres cosas se cruzan. Y lo que es mejor, lo hacen a escala internacional, donde puede tener el mayor impacto».
El impacto
Tras 25 años de colaboración con Root Capital, los hermanos Taylor se sienten «abrumados» por la magnitud del impacto social y medioambiental que han podido apoyar.
«Creo que los resultados van más allá de lo que mi hermano y yo podríamos haber imaginado», comenta Jack. «Hemos influido positivamente en millones de vidas y hemos ayudado a conservar cientos de miles de hectáreas de tierra en zonas de gran biodiversidad, donde tiene el mayor impacto en la administración de la Tierra».
«La pasión de Willy Foote pasión por la colaboración ha creado un sector agrofinanciero mucho más fuerte de lo que habría sido posible si él no hubiera dedicado personal y tiempo a crear relaciones y confianza», explica Ralph. «Root Capital ha sido pionera en el desarrollo del campo más amplio de la agrofinanciación, y su enfoque en la colaboración ha sido fundamental para construir el sector del desarrollo agrícola y el sector de la inversión de impacto», añade Jack.