Miembros productores de Savannah Fruits Company, cliente de Root Capital, una cooperativa de manteca de karité de Ghana
A principios de la semana pasada, el Centro de Ciudadanía Corporativa de la Fundación de la Cámara de Comercio de EE.UU., la Oficina de Asociaciones de las Naciones Unidas y Business Call to Action organizaron su Foro anual del Día Internacional de la Mujer, un acto de un día de duración en las Naciones Unidas para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, que la ONU estableció formalmente en 1977. El objetivo del Foro anual es hacer avanzar los esfuerzos mundiales relacionados con la capacitación económica de las mujeres.
El tema del Foro de este año era «Convertir la inspiración en acción» y Root interpretó ese tema participando en una mesa redonda sobre las mujeres en la agricultura. Junto a Willy Foote, de Root Capital, en el panel estaban Ashley Arbuckle, de L’Occitane USA, Simon Winter, de TechnoServe, y T.J. Whalen, de Green Mountain Coffee Roasters. Aprovechando una experiencia compartida de trabajo en la cadena de valor de la manteca de karité, los panelistas se centraron en los retos y oportunidades específicos relacionados con esa industria, que cuenta con una alta representación de mujeres agricultoras. De hecho, en Burkina Faso, el karité se denomina«oro de las mujeres« por su importancia económica para ellas.
Esta noción de «inspiración para la acción» me pareció una caracterización adecuada de dónde nos encontramos a nivel social con respecto a la capacitación económica de las mujeres. El conjunto de pruebas que subrayan los argumentos empresariales a favor de la capacitación de las mujeres está cada vez mejor establecido, por ejemplo mediante diversos estudios que ponen de relieve la gran cantidad de correlaciones entre la inclusión de género y los buenos resultados empresariales. Es emocionante estar en este momento en el que podemos pasar de plantear el caso empresarial a aprovechar ese caso empresarial para mejorar la paridad de acceso a las oportunidades para hombres y mujeres. La pregunta que se plantea ya no es «¿por qué?», sino «¿cómo?».
Para Root Capital, nuestro momento de «inspiración para la acción» llegó en 2012, cuando lanzamos nuestra Iniciativa de Mujeres en la Agricultura. Lo que nos inspiró fue que, además del «vacío intermedio» de las finanzas rurales, uno de los mayores obstáculos para el crecimiento de la prosperidad rural es el hecho de que las mujeres tienen un acceso significativamente menor a los activos y recursos productivos (por ejemplo, insumos, tierra, educación, servicios financieros, tecnología, tiempo) que los hombres. Sin embargo, sabemos que cuando las mujeres tienen oportunidades económicas, control sobre los ingresos adicionales y más estatus y poder en el hogar, gastan hasta un 50% más que los hombres en cosas como alimentos, salud, ropa y educación para sus hijos.
La agricultura es la fuente de empleo más importante para las mujeres de las zonas rurales de la mayoría de los países en desarrollo, y la capacitación de las mujeres ha sido una pieza importante de nuestro trabajo desde el principio. Sin embargo, formalizar nuestra estrategia en la Iniciativa Mujeres y Agricultura nos ha permitido sacar a la luz una serie de oportunidades que nos han permitido elevar nuestro impacto a un nivel superior. Desde el lanzamiento de la Iniciativa, hemos concedido más de 87 millones de dólares en préstamos a más de 100 empresas que obtienen una puntuación de «A» o superior en inclusión de género en nuestra tarjeta de puntuación social. Estas empresas están ubicadas en 21 países y trabajan en 14 sectores diferentes.
Integración» de la capacitación económica de las mujeres
El concepto de «integración» estuvo presente en muchas conversaciones diferentes del Foro. Al pensar en cómo debe ser un proceso de integración para nosotros en Root Capital, me di cuenta de que se trata de «predicar con el ejemplo».
Si queremos seguir manteniendo estas importantes conversaciones sobre la inclusión de género, tenemos que estar a la altura de las normas que establecemos para nuestros clientes y para nosotros mismos y continuar por ese camino que va de la inspiración a la acción. Ya hemos superado la fase teórica; ahora es el momento de hacerlo realidad.