La
versión original
de este blog apareció en inglés en el sitio web del Pace Able Foundation.
La cooperativa cafetalera CECAFE se encuentra en Lonya Grande, el cual es un pueblo ubicado en la región montañosa de la región Amazonas, Perú, a un par de horas en carro de la ciudad principal más cercana. Los socios de la cooperativa viven aún más afuera, por caminos serpenteantes próximos al Parque Nacional Cutervo.
Las empresas rurales, como CECAFE, prestan servicio a comunidades que son vulnerables a cambios medioambientales y de mercado y son las organizaciones mejor situadas para ayudarles a afrontar esos retos. Hace veinte años, nuestro fundador, Willy Foote, reconoció el poder transformacional de las empresas rurales, pero también observó la falta de acceso a los recursos que necesitaban para crecer. Por tal motivo, formó Root Capital para brindar financiación a empresas rurales que se encuentran al final del camino.
Pero hace algunos años nos dimos cuenta de que nos faltaba algo. Muchas de las zonas alejadas en donde trabajamos no cuentan con oportunidades de recibir educación que sí se brinda en las ciudades. Esto significa que las empresas que financiabamos a veces carecían de las herramientas necesarias para explotar su impacto total.
Para combatirlo, desarrollamos nuestros servicios de asesorías que conectan a trabajadores en empresas rurales con el conocimiento que necesitan para crecer y mejorar sus operaciones de negocios. Mediante formaciones in situ y talleres centralizados, otorgamos a nuestros clientes las habilidades necesarias para gestionar el crédito-no sólo de Root Capital, sino eventualmente de otras entidades crediticias sociales y comerciales. De esa manera, podemos impulsar el cambio sostenible en las comunidades rurales. A medida que nuestros clientes se han enfrentado a nuevos desafíos, nuestros servicios de asesoría han evolucionado desde un enfoque limitado en las habilidades de gestión financiera a un menú más amplio de servicios de asesoría agronómica, de resiliencia al cambio climático y más.
Pero los impactos del cambio climático se están acelerando y los productos agrícolas como el café y el cacao están experimentando crisis de precios prolongadas e insostenibles. Esos retos del siglo XXI requieren soluciones del siglo XXI. Por tal motivo, hemos pasado los últimos cuatro años promoviendo un conjunto de servicios de asesoría que hacen uso de la tecnología móvil para ayudar a las empresas rurales a ser más ágiles y eficientes: nuestros servicios de Inteligencia de negocios digital (IND).
La recogida de información no es algo nuevo para nuestros clientes. Compradores, certificadores y financieros imponen muchos requisitos externos para las empresas agrícolas. A esos accionistas les importan los datos que reciben, pero no necesariamente les importa cómo se recogen. El resultado son cooperativas con oficinas llenas de cientos de páginas de papel garabateado con lápiz. Luego, el personal técnico debe ingresar manualmente estas hojas en hojas de cálculo de un solo uso, cuyo tiempo y experiencia se utilizarían mejor para prestar asistencia técnica urgente a los agricultores. Este es un claro recordatorio para las empresas sociales que establecen requisitos de presentación de informes, independientemente del sector en el que trabajen. Si bien se deben recopilar los datos correctos, las empresas deben hacer esa solicitud menos engorrosa para los clientes que les prestan servicio. Las solicitudes deben alinearse con los requisitos de recopilación de datos existentes en la medida de lo posible.
En lugar de poner más obstáculos, trabajamos con los clientes para afrontar ese reto con una solución móvil. Con la IND, compartimos una plataforma que los trabajadores de una cooperativa pueden usar en el campo para cargar datos directamente a la nube a través de tabletas sencillas. Primero por talleres y después por asistencia técnica continua, nuestro equipo de asesoría asegura que los datos de nuestros clientes sean digitales desde la recopilación. El proceso ahorra tiempo y dinero, también disminuye el riesgo de error humano. Además, trabajamos con las empresas para identificar indicadores clave de rendimiento y desarrollamos tableros de control para supervisar los indicadores en tiempo real. La información no sólo se envía a terceros ; sino también se aprovecha para beneficiar a la empresa y sus agricultores. Si una empresa social espera que una organización con recursos limitados, como una empresa agrícola, adopte un nuevo sistema, entonces ese sistema debe ser valioso para sus funciones primarias de negocio.
Entonces, ¿cómo lo ve la IND en la vida real? En el Amazonas de Perú, el cambio climático aumenta la volatilidad de temperatura que también eleva la incidencia de enfermedades de cultivos. Eso ha bajado el rendimiento y puesto en peligro los ingresos de agricultores locales. Al mismo tiempo, un precio internacional de café tan bajo significa que los márgenes estrechos en la producción de café se han hecho aún más estrechos para negocios como CECAFE, haciendo cada vez más importante disminuir los costes y garantizar una buena gestión de inventario. El futuro de la cooperativa y de sus socios depende de la habilidad a adaptarse a esos retos.
Nuestro equipo de asesoría trabajó con CECAFE para identificar qué tipo de recolección de información apoyaría mejor su respuesta a la inseguridad agronómica y en el mercado. Se enfocaron no solo en cómo recolectar los datos sino también en cómo sintetizarlos en información que la cooperativa puede utilizar para la toma de decisiones. Teniendo en cuenta factores como el tamaño de la organización, el hardware tecnológico, y el acceso al internet, ayudamos en la creación de cuestionarios y un base de datos al lado de los trabajadores que utilizarán estas herramientas .
Además, los trabajadores de la cooperativa pasaron un mes entero revisando un atraso de años de formularios. El proceso de ingresar datos escritos en una computadora y organizarlos, no era ni rápido ni fácil, pero permitió a CECAFE a acceder y analizar información histórica que les permitiría mejorar su poder predictivo y evaluar cambios a través del tiempo. Ese tipo de diseño de sistemas participativos es fundamental para el trabajo que hacemos en Root Capital. Los miembros del personal de los clientes que atendemos son recursos inestimables y, en última instancia, la única razón por la que nuestras inversiones tienen el impacto que poseen. La clave de nuestros servicios no es la tecnología en sí, sino las personas y los procesos que utilizan la tecnología para capturar valor para la empresa y la comunidad. Las empresas sociales tienen que apalancar aliados sobre el terreno para desarrollar un cambio sostenible a largo plazo dentro de las organizaciones.
La cooperativa aumenta su uso de la IND y ahora empieza a integrar sus datos a nivel finca con información de sus departamentos de ventas y agronómico. Esto le permite optimizar sus estimaciones de la cosecha, aumentar ventas, y mejorar ingresos para socios. Al mismo tiempo, el equipo agronómico empieza a aprovechar estos datos agregados para dar respuesta a enfermedades que atacan a los cafetales de los agricultores. Al crear una base de datos digital integral que cubra todos los aspectos de la empresa, CECAFE se asegura de que estén tan preparados como sea posible para adaptarse a los desafíos que enfrentan sus negocios hoy en día.
El planteamiento de servicios de asesoría de Root Capital continúa evolucionando en respuesta a las necesidades de nuestros clientes como CECAFE. Con el apoyo de nuestros donantes, estamos desarrollando una plataforma escalable basada en la nube que mejorará la eficacia de nuestros servicios existentes. Esto permitirá a las pequeñas y crecientes empresas compartir su información digital con compradores y socios con solo pulsar un botón. Al aprovechar la tecnología digital, podemos ayudar a las cooperativas como CECAFE a fortalecer sus relaciones, sus negocios y, finalmente, sus comunidades.
Los servicios de IND de Root Capital cuentan con el respaldo de una serie de aliados generosos, tales como Cartier Philanthropy, la Fundación IKEA, IBD Lab del Banco Internacional de Desarrollo, la Fundación Pace Able y USAID.