Inversión con un enfoque en la igualdad de género. La mitad del cielo. HeForShe. Apóyate.
Durante los últimos años el empoderamiento económico de las mujeres se ha convertido en un tema predominante entre periodistas, profesionales del desarrollo internacional, inversionistas y empresas internacionales por igual.
A pesar de que el interés en estos temas de la igualdad de género ha ido creciendo significativamente, David Lozano, quien trabaja en México como Coordinador de servicios de asesoría financiera para Root Capital, ya había empezado a dedicar su trabajo a esta problemática desde hace 20 años, analizando el impacto que las desigualdades de género tienen en las personas, en las familias y en las comunidades en general.
Cuando David tenía siete años, él y su madre se mudaron de la Ciudad de México a Chiapas, y al ir creciendo se sintió cada vez más inspirado por las ideas de Teología de la Liberación que tenía raíces por toda Latinoamérica desde hacía ya un tiempo. David trabajó como voluntario en comunidades rurales durante un período de cinco años, y se dedicó a ayudar a resolver algunas de las desigualdades sociales que enfrentaban las personas que vivían en las condiciones más pobres y marginadas. Más adelante, durante la guerra civil de Guatemala, David se convirtió en profesor para capacitar a maestros en varios de los campamentos de refugiados guatemaltecos ubicados en el sur de México.
Fue ahí, en estos campos de refugiados que David se introdujo a fondo en métodos pedagógicos con enfoque en la igualdad de género; una experiencia que ayudó a formar su interés en este tema y que influyó en el resto de su carrera. Sin embargo, en esos tiempos en los que el movimiento de la igualdad de género estaba en su mayoría dirigido por mujeres y para mujeres, David tomó la vía menos transitada, dirigiendo su atención hacia los hombres.
En 1997, David y otros diez hombres iniciaron un grupo llamado «Colectivo La Puerta Negra», para crear conciencia y ayudar a los hombres mexicanos a que pudieran reflexionar sobre la construcción social de su propia masculinidad. Esto se llevó a cabo a través de talleres, teatro y programas de radio sobre temas como la identidad, la violencia, la paternidad y la salud masculina. Casi 20 años después, el Colectivo La Puerta Negra todavía está en plena actividad, y David se encuentra a cargo del área de formación.
David resalta que, «Los hombres tienen un papel importante, y nuestro trabajo los inspira a preguntarse: ‘¿Qué tipo de esposo soy? ¿Qué tipo de padre he sido? La aspiración de llegar a ser el ‘hombre ideal’ tiene costes muy elevados, y la conciencia de sí mismo es un gran paso en el camino hacia el cambio.»
En México, comenta David, existe una presión casi constante entre los hombres para que demuestren su masculinidad. «Hay una percepción común de que ciertos comportamientos ‘te hacen más hombre’ como por ejemplo, el no demostrar cariño, el reírte de bromas sexistas, el ser agresivo con otros hombres y mujeres, etc. He pasado mucho tiempo tratando de demostrar que los hombres podemos cambiar, ser padres y parejas más responsables y ayudar a reducir la desigualdad y la falta de oportunidades para las mujeres. Lo que me atrajo a este trabajo y lo que me inspira cada día es saber que existe la posibilidad de que haya cambios, aunque sean pequeños, en esta generación y en la siguiente»
Hace veinte años cuando el Colectivo La Puerta Negra comenzó, muy pocos hombres se interesaban por temas de la mujer. Ahora, sin embargo él ve que hay cada vez más hombres que participan en temas de la salud, de los derechos humanos y de factores de desarrollo que afectan a las mujeres. Sin embargo, David resalta y lamenta el hecho de que un enfoque explícito en las mujeres aún continúe ausente en varios campos. «Cualquier solución integral tiene que incluir la igualdad de género en la agenda», agrega.
En su trabajo con Root Capital, David ayuda a cerrar esta brecha, facilitando capacitaciones de gestión financiera con inclusión de género para nuestros clientes. David, en conjunto con nuestro equipo global, explora formas en las que podamos apoyar y promover la equidad de género entre nuestros clientes, a partir de un análisis de cómo Root Capital se comunica, se organiza y desarrolla capacitaciones.
A principios de este año, por ejemplo, Root Capital diseñó un programa de capacitación financiera para una cooperativa artesanal de mujeres en Guatemala, en el que se organizaron capacitaciones que tomaban en cuenta los horarios de las participantes para poder garantizar que asistieran. Estas capacitaciones se llevaron a cabo en las mañanas y en las tardes, con una pausa de varias horas durante el mediodía en la que las mujeres pudieron ir a sus hogares para cocinar el almuerzo para sus familias (una preferencia que ellas mismas expresaron). Además, en muchas de las capacitaciones las mujeres trajeron a sus hijos e hijas, y Root Capital cubrió los gastos asociados con el cuidado de los niños y niñas.
«Un objetivo que mantengo en mis actividades pedagógicas desde hace años es la importancia de ayudar a las mujeres jóvenes a sentir que el espacio formativo es su espacio, a ocuparlo y a ser activas», dice David. «A través de mi trabajo -con ambos Root Capital y con el Colectivo La Puerta Negra- estamos descubriendo formas innovadoras de crear mejoras y cambios concretos en este tema; poco a poco se va notando que los hombres por sí mismos se involucran en esta problemática que nos afecta a todos y todas.»