«Aleccionador»
«Sin precedentes»
No hay palabras para describir adecuadamente 2020. El asombroso número de víctimas de la pandemia define este año, pero también lo hacen los ejemplos de esperanza, unidad e innovación. Y no todas esas historias fueron noticia. En las comunidades remotas donde trabaja Root Capital, 2020 también ha sido un año de adversidad y adaptación. He aquí cinco lecciones que extraemos de este año [fill in the blank].
1. La agricultura y los sistemas alimentarios son la savia de nuestra sociedad.
¿Recuerdas lo difícil que era encontrar harina en tu supermercado local allá por marzo? A medida que la pandemia aumentaba la demanda e interrumpía el suministro, comprar alimentos básicos se convirtió en una pesadilla logística. Muchos de nosotros experimentamos por primera vez lo vitales -y frágiles- que son realmente nuestros sistemas alimentarios. Y muchos de los que ya viven en «desiertos alimentarios» se vieron empujados a una inseguridad alimentaria aún mayor.
Root Capital invierte en empresas agrícolas que trabajan al principio de estas cadenas de suministro, comprando cosechas directamente a los pequeños agricultores. Muchas de estas empresas también procesan y añaden valor a las cosechas que compran, lo que permite a los agricultores obtener unos ingresos constantes y garantiza un producto de mayor calidad para ti, el consumidor. Sin embargo, este año ha demostrado cómo las perturbaciones en cualquier lugar de los mercados agrícolas pueden desestabilizar todas nuestras vidas. Y reafirmó lo importante que es aumentar la resiliencia de las comunidades rurales: nuestrasupervivencia depende de la suya.
2. Nada de soluciones de arriba abajo: pregunta qué necesitan las comunidades.
Para diseñar una respuesta eficaz a cualquier crisis, necesitas información de primera mano sobre cómo está afectando a las comunidades y qué respuestas están ya en marcha. Por eso, la prioridad número 1 de Root Capital este año era comprender cómo están experimentando la pandemia las empresas agrícolas de nuestros clientes, para poder ayudarles a aumentar su capacidad de resistencia ante la incertidumbre.
En abril y junio, encuestamos a cerca de la mitad de nuestros clientes para conocer sus necesidades más acuciantes. Los resultados fueron de un valor incalculable para nosotros a la hora de conformar nuestra respuesta actual, que ha incluido financiación flexible, asistencia técnica a distancia y pequeñas subvenciones, todo ello adaptado a las circunstancias únicas de cada empresa. Algunos clientes se centraron en suministros médicos y equipos de protección personal para agricultores y empleados; otros dieron prioridad a la seguridad alimentaria de las familias campesinas. Ponemos a las empresas en el asiento del conductor porque son las mejor preparadas para diseñar -y aplicar- soluciones eficaces para sus comunidades.
3. Una crisis dinámica exige una respuesta flexible.
2020 ha sido un año de trastornos. Todos hemos adaptado nuestra forma de trabajar, comunicarnos, socializar y movernos por el mundo. Aunque no está exenta de retos, esta flexibilidad ha sido fundamental para hacer frente a una crisis en constante evolución.
En Root Capital, desarrollamos una respuesta a la COVID-19 que fuera flexible, sin perder de vista nuestra misión de construir comunidades rurales prósperas, inclusivas y resilientes. Pasamos de los servicios de asesoramiento en persona a la formación totalmente a distancia sobre temas que van desde la gestión de crisis a la previsión financiera, ayudando a más de 150 empresas agrícolas a mitigar el impacto de la pandemia. Hemos interrumpido nuestro proceso normal de concesión de préstamos para aliviar la deuda y reestructurar los préstamos de los clientes afectados. Y miramos hacia el futuro: Sabiendo que la crisis no termina con una vacuna, tenemos planes a largo plazo para ayudar a las comunidades rurales a reimaginar la resiliencia. La flexibilidad no sólo era necesaria este año, sino que nos ayudó a replantearnos cómo servimos a las comunidades rurales, ahora y en el futuro.
4. Muchos de nuestros mayores retos están interconectados.
La pandemia de COVID-19 no es sólo una crisis de salud pública, sino también una crisis económica, educativa, de género y racial. Este año ha demostrado realmente lo interconectadas que están estas cuestiones. Debemos hacerles frente con soluciones convergentes.
Por ejemplo, la igualdad de género. Las disparidades sociales y económicas entre hombres y mujeres se han acentuado durante esta pandemia. En septiembre, cuatro veces más mujeres que hombres abandonaron la población activa estadounidense. A escala mundial, se prevé que la pandemia empuje a la pobreza extrema a más mujeres que hombres. Aunque la desigualdad de género ya existía antes del COVID-19, se ha visto amplificada por estos impactos desproporcionados. Por eso es más importante que nunca invertir en la inclusión de género, especialmente en las comunidades rurales, donde las disparidades suelen ser mayores. Este año, Root Capital pasó a formar parte del Desafío 2X mundial, que está movilizando miles de millones de dólares para la capacitación económica de las mujeres. En 2020 y más allá, nuestro compromiso con las mujeres rurales sigue siendo parte integral de nuestra misión, porque la verdadera resiliencia no es posible sin una inclusión significativa de la mitad de la población.
5. No podemos perder de vista otras emergencias.
2020 no es sólo el año de COVID-19. También es la temporada de huracanes e incendios forestales más activa de la que se tiene constancia, y estas amenazas empeorarán a medida que se acelere el ritmo del cambio climático. Para las comunidades rurales, los impactos han sido especialmente devastadores. Enjambres de langostas en África Oriental, sequías en Sudamérica; en estas zonas, el cambio climático no es una crisis futura, ya está aquí.
En los últimos meses de 2020, las comunidades centroamericanas, que ya se tambaleaban por los efectos sanitarios y económicos de la pandemia, se vieron azotadas por huracanes mortales no una, sino dos veces. El huracán Iota se convirtió en la tormenta más fuerte que jamás haya azotado Nicaragua, con vientos que superaron los 250 km/h, apenas unas semanas después de que las mismas comunidades fueran devastadas por el huracán Eta. Flor de Café, cliente de Root Capital en Nicaragua, calcula que hasta el 30% de las cosechas de café de sus agricultores quedaron arrasadas. Es un recordatorio aleccionador de que las zonas rurales se ven sacudidas por crisis que colisionan: no podemos esperar a que pase una para abordar la otra. De cara a 2021, Root Capital redobla su apuesta por la resiliencia climática con un plan integral para innovar y ampliar la acción climática de base en las comunidades agrícolas.
A medida que este singular año llega a su fin, agradecemos el apoyo de nuestra comunidad global. Con tu ayuda, hemos podido proporcionar ayuda de emergencia, facilitar soluciones innovadoras y posicionar a las familias campesinas para un futuro mejor. Este viaje -y nuestro compromiso inquebrantable- continuará en 2021 y más allá. Únete a nosotros.