Rosendo Pineda, empleado de la cooperativa cafetera Montaña Verde, inspecciona los daños poco después del huracán Iota.
El pasado noviembre, los campesinos de San Luis Planes se preparaban para su cosecha anual cuando el huracán Eta asoló el campo hondureño. La comunidad, que ya se tambaleaba por los efectos de la pandemia COVID-19, tuvo menos de dos semanas para recuperarse antes de que llegara el huracán Iota, aún mayor.
Poco después de las tormentas, un agricultor local, Mario Roberto Fernández, inspeccionó los daños. «Desde los dos huracanes, además de la pandemia, hemos visto daños en viviendas, carreteras y granjas… la pérdida de casas». Los fuertes vientos arrancaron de los cafetos las cerezas que estaban madurando, amenazando los principales ingresos de las familias campesinas.
Unas mujeres trepan por una carretera arrasada por un corrimiento de tierras en San Luis Planes tras el huracán Iota.
Estas tormentas fueron el último -y más extremo- ejemplo de las amenazas climáticas a las que se enfrentan los agricultores de San Luis Planes, pero estas catástrofes no son un incidente aislado. «El cambio climático nos afecta de distintas maneras», explica Mario. «Las lluvias vienen cuando no las esperamos, y luego no vienen cuando las esperamos». Además, los agricultores de la zona se enfrentan a tasas crecientes de enfermedades de los cultivos causadas por el aumento de las temperaturas y unas condiciones climáticas impredecibles. Todo ello se traduce en una mayor incertidumbre para las comunidades rurales que ya viven en el filo de la navaja.
Pero Mario cuenta con un aliado para hacer frente a los efectos cada vez más graves del cambio climático. Es miembro de la cooperativa de café Montaña Verde, una empresa dirigida por agricultores con la misión de mejorar los medios de subsistencia locales. Durante la última década, Root Capital se ha asociado con Montaña Verde para fortalecer su negocio y su comunidad. Ahora, cuando la crisis climática se agrava, estamos preparados para aumentar su resiliencia en el futuro.
Nicolás Piñeda, agricultor miembro de Montaña Verde, sostiene una hoja enferma durante la crisis de la roya del café de 2013.
El Cambio Climático: Una preocupación creciente
Desde nuestro primer préstamo a Montaña Verde en 2011, Root Capital ha proporcionado a la empresa 11,5 millones de dólares en financiación acumulada. Hemos acompañado ese crédito con el desarrollo de capacidades en contabilidad, análisis financiero, inteligencia empresarial digital y formación agronómica para garantizar que la cooperativa pueda crecer de forma sostenible.
En 2013, San Luis Planes, como gran parte del resto de Centroamérica, se vio afectado por la roya del café, una enfermedad que mató los cafetos y mermó el rendimiento y los ingresos de los agricultores. Esta enfermedad se vio exacerbada por el cambio climático, ya que el tiempo más cálido y húmedo proporcionó un terreno fértil para el hongo. Trabajando con socios como Keurig Green Mountain (ahora Keurig Dr Pepper) lanzamos la Iniciativa de Resiliencia de los Caficultores (CFRI) para ayudar a empresas como Montaña Verde a responder a esta amenaza.
Proporcionamos a la cooperativa formación financiera a medida para ayudar a los dirigentes a gestionar su empresa durante una crisis, con asesoramiento sobre temas como la planificación de contingencias, la gestión de riesgos y cómo trabajar con los compradores. Seguimos trabajando en los sistemas de crédito internos para garantizar que los agricultores pudieran obtener préstamos a corto plazo para capear la epidemia sin poner en riesgo la salud financiera a largo plazo de la organización. Y trabajamos con el equipo de extensión agronómica de Montaña Verde para ayudar a los agricultores a renovar sus fincas dañadas y replantar variedades de café más duras y resistentes a las enfermedades.
Con apoyo, Montaña Verde no sólo sobrevivió a esta crisis climática, sino que prosperó. Entre 2012 y 2018, la cooperativa duplicó con creces sus ventas y ayudó a socios agricultores como Mario a recuperarse de la enfermedad de los cultivos, al tiempo que se preparaban para los retos del futuro. Ahora que los efectos del cambio climático se dejan sentir cada vez con más frecuencia, estamos innovando nuevas herramientas para hacer frente a esta amenaza en colaboración con Montaña Verde.
Afrontar los problemas modernos con soluciones modernas
Para los agricultores que viven en la región montañosa de San Luis Planes, unos pocos cientos de metros de elevación pueden ser la diferencia entre que una inundación arrase tu granja o permanezcas relativamente indemne. Para hacer frente a estos impactos desiguales y aprovechar al máximo sus recursos, Montaña Verde participa en nuestro proyecto piloto de evaluación de la vulnerabilidad climática.
Con el apoyo filantrópico de la Fundación Walmart, estamos ayudando a la empresa a combinar sus datos patentados a nivel de explotación con información meteorológica histórica y cartografía climática líder en el sector del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). Esto ayuda a la cooperativa a visualizar los impactos del cambio climático y a identificar a los agricultores más expuestos. También estamos trabajando con el equipo de extensión agronómica de Montaña Verde para ejecutar y supervisar planes de adaptación a medida que dirijan los recursos y la formación a los agricultores que más lo necesiten.
Mario Roberto Fernández, caficultor de Montaña Verde fotografiado poco después del huracán Iota.
Mientras Mario y sus vecinos se recuperan de los huracanes de noviembre -y persisten los impactos del COVID-19- Montaña Verde se prepara para los choques del mañana. Aunque las empresas no pueden predecir el futuro, cuando reforzamos la resistencia de una empresa y de sus agricultores, podemos ayudarles a prepararse para lo que venga.
Fotos © Sean Hawkey y Root Capital